miércoles, 4 de marzo de 2009

El secreto de la masonería

Por: Marcelo Rodríguez


Gómez Palacio Dgo. - Hay una organización misteriosa de la que muchos hablan considerando que se trata de duendes o leyendas de brujas. Pocos intrigados se empeñan en informarse y se esfuerzan por conocer sus estatutos y descubrir sus designios guardados bajo juramento y en riguroso silencio; son quienes con seriedad, competencia y conocimiento de causa en documentos, sacan a la luz del día el secreto ciegamente guardado por los dirigentes y adeptos a esta cultura.Entre sus miembros la llaman a boca llena y pomposamente, “nuestra venerable y augusta Orden”; hablamos de la secta masónica o los francmasones. De acuerdo a esta consigna, es difícil conocer los nombres y apellidos de los miembros de estas sociedades mientras viven; sólo cuando han emigrado al “oriente eterno” resulta posible el sospecharlo.

De acuerdo a la entrevista que se realizo a uno de los miembros de esta secta y el cual decidió permanecer en el anonimato por temor a represalias. La masonería es una de las más antiguas tradiciones luciferinas y en todas las organizaciones se disimula y arraiga calladamente los secretos de dicha sociedad. Esta secta capta y selecciona sus miembros entre todos los sectores de la sociedad civil y religiosa; es requisito creer en Dios para ser masón, por lo cual hay masones judíos, cristianos, musulmanes, hindúes, budistas, entre otros más.

El fin y objeto de esta sociedad es el apegarse al mejoramiento del hombre según el entrevistado, los miembros de la masonería comparten ideas morales y metafísicas; construida como una fraternidad está gobernada por entidades llamadas logias cercadas a espacios geográficos definidos, es una agrupación esotérica que no divulga sus conocimientos al público. Los integrantes se adhieren voluntariamente e ingresan por recomendación de dos miembros. Están regidos por los principios de libertad, igualdad y fraternidad. Los integrantes van ascendiendo en grados que obtienen mediante estudios y exámenes; aunque niegan ser una religión los participantes profesan el culto a un ser supremo al que asen llamar “arquitecto del universo”.

Omitiendo otros pormenores sospechosos, la Masonería en sus principios filosóficos es una doctrina luciferina que considera a Lucifer el ángel portador de la Luz. La leyenda de la fundación de la Masonería narra la historia del arquitecto del Templo de salomón, Hiram Abif, quien sueña con su ancestro Tubalcaín, hijo de Caín quien a su vez, es hijo de Eva y Lucifer concebido durante la tentación de Eva en el Jardín del Edén.

Las teorías sobre su origen son diversas, pero los documentos más antiguos la ubican a mediados del siglo XIV en Inglaterra, en los que se alegan antecedentes sobre la acción masónica y sobre sus planes nunca desmentidos; así como su participación activa en todas las convulsiones y revueltas que conmovieron y desgarraron a diversos pueblos a lo largo de los siglos, como la notoria participación en la revolución francesa, que culmino con la creación de la guillotina por parte de los masones.


Rito de iniciación

La forma de ingresar a esta fraternidad es muy peculiar, y se divide en tres etapas, según el entrevistado a la puerta de una celda llamada la cámara de meditación o reflexión, donde se encuentran huesos de cadáver humano, un instructor aguarda y recibe al novicio o aspirante a masón quien viene con los ojos vendados, en la antesala se le despoja de cuanto lleva encima vistiéndolo solo con un cabestrillo, que simboliza la derrota a sí mismo como simple mortal; después para realizar el viaje de agua se le desnuda el lado izquierdo del brazo y la pierna derecha. Por último y para finalizar este rito de iniciación, se pasa simbólicamente por fuego descubriéndole los ojos que simboliza el nacimiento a la luz como un ser nuevo en sabiduría.

La enseñanza que se imparte al aspirante a masón es gradual, de manera que ignorara totalmente la enseñanza que recibirá a medida que vaya ascendiendo de un grado a otro, dicha cultura se divide en tres etapas en series de once niveles cada una, todo esto en cuestión de numerologia. Mientras se avanza en esta jerarquía las exigencias del proceso adquieren mayor responsabilidad, bajo el más estricto secreto que por nada del mundo deberá comunicar a los extraños las enseñanzas y ritos hay expuestos. rara vez el aspirante alcanzará a subir hasta los últimos grados, reservados sólo para los dirigentes más encumbrados de la Orden; éstos reciben a partir del grado mínimo de aprendiz diversos apelativos hasta el pomposo, ponderativo y muy Ilustre Sublime Gran Maestro.

El lema rigurosamente impuesto es: "jura et perjura, secretum pandere noli", que en castellano es: “jura y perjura, pero no reveles tu secreto”. Cuando el secreto con terrible juramento se ve violado es castigado con extremado rigor, incluso hasta con la pena de muerte, que sugiere el degollamiento.

La segunda parte es: "Juro solemnemente no violar en lo más mínimo mi juramento con pena de que se me corte la cabeza, que me arranquen de raíz la lengua y que mi cadáver sea sepultado en la arena, o lo que es peor, que sea declarado infame e indigno de que se me reciba en ésta u otra logia venerable”.

La masonería está difundida en los cinco continentes, en los Estados Unidos el número asciende a 3.500.000, mientras que en América Central y del Sur, sumarán 200.000 miembros, todo distribuido entre unas 20.600 logias en todo el mundo. De los tantos personajes ilustres que han pertenecido a esta organización, y de los cuales se rebeló su nombre después de muertos son: Wolfgang Amadeus Mozart, Voltaire, George Washington, Benito Juárez, Simón Bolívar y Alexander Pushkin, entre otros.

Lucifer el ángel precioso y los masones

En palabras del entrevistado quien tiene nivel catorce, y pertenece al segundo grado de maestro dentro de la masonería, “esta sociedad considera que el nombre de Lucifer es un nombre sagrado, el portador de la luz y el conocimiento, el ángel precioso, lamentablemente la religión cualquiera que sea su dominación, crucificaron el sagrado nombre de Lucifer para poner el nombre de la divinidad en la que todos creen”. Se le cuestiono si la masonería veía a Lucifer como un dios a lo que él respondió: “hablar de deidades es meterte en cuestiones muy… jajá (sic), digamos ponerte entre la espada y la pared”, mas sin embargo no desmintió el hecho de que Lucifer fuese el arquitecto del universo a quien los masones rinden culto. Por otro lado agrego lo siguiente: “Hay que desmitificar que el maestro Jesucristo no es dios, simplemente es un profeta que fue enviado”.

Fuera de la entrevista mostro una serie de libros divididos en capítulos que sigue la masonería, y que en sus palabras, “fueron escritas en tiempos remotos por la hermana de Lucifer y publicados después como obra póstuma”. También comento que sería un riesgo la publicación de este reportaje ya que la fraternidad masónica podría tomar represalias hacia mi persona, de las cuales no quiso dar detalle, pero si dejo entre ver que podrían ir en contra mía por manejar este tipo de información.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

te va a cargar la verga pobre idiota









atte: Marilyn MASON

Anónimo dijo...

wowwwww neta k ahora si te volaste la barda eeee muy bueno tu reportaje, neta k te estas viendo valiente, no cualkiera publica cosas asi.
cuidese mucho!!!!!
y sigue asi marce!!!!!!

Anónimo dijo...

atte: eunice